sábado, 17 de mayo de 2008

LA IMPORTANCIA DE LOS SIMBOLOS


Me indigna la frase manida y mezquina leída en un periódico de tirada nacional. “¿Alguien pensaba que tal vez ZP o PB iban a dejar escapar una oportunidad como ésta?. ¡Una embarazada dirigiendo las tropas!.”
Pues bien, señor o señora “cómo se llame”.Bien aunque así fuera, porque eso significa talento político. Porque aprovechar la fuerza simbólica de esa circunstancia, que no resta mérito a la persona que detenta el cargo, sería en todo caso sabiduría política en quien conoce la necesidad de aprovechar todas las fuerzas para cambiar una cultura nefasta en la que las mujeres siguen siendo, de hecho, el segundo sexo. Algo que ya no se dice pero que esta soterrado en la mentalidad de muchos hombres y mujeres de cualquier edad, que determina muchas actitudes discriminatorias y genera la pérdida de talentos y de capacidades, que origina menosprecio y es caldo de cultivo y una de las raíces de la violencia de género.
Puede que haya otras personas igual o más capacitadas que Carme Chacón para ministra o ministro de Defensa. Igual que para cualquier Ministerio. Para todo hay alguien mejor y muchos y muchas peores. Cualquier persona nombrada para cualquier puesto siempre tendrá a alguien que la supere o la iguale, pero esto no merma su valía. Lo mismo podría decirse de cualquier cargo de cualquier gobierno de cualquier ideología. Importa y mucho su solvencia y responsabilidad y Carme Chacón, a quién no conozco personalmente, con quien no comparto ni edad ni origen, es sólida y solvente como se desprende de toda su trayectoria. Podría ser otra u otro, pero también ella. Y si su circunstancia ha sido aprovechada es un valor añadido al instinto del Presidente, que conoce el valor de los símbolos y su trascendencia en el cambio que impulsa la igualdad de sexos, que es una ambición de justicia democrática sin la cual el empeño en la lucha contra la violencia de género, que implica un cambio profundo de mentalidad, no se conseguirá. Esta lucha requiere políticas transversales complejas, que esperamos asuman las demás mujeres y hombres del nuevo gobierno. Pero las responsabilidad de ellas es mayor, porque no pueden olvidar que su valía tal vez no se habría tenido en cuenta sin la voluntad política del Presidente, pero tampoco sin la lucha tenaz de muchas mujeres, que pese a haberse quedado en el camino que lograron abrir, sienten la emoción de contemplar el gesto responsable de una embarazada haciendo el paseíllo al frente del Ejercito Español. Que sienten el orgullo de que una mujer joven afronte el Ministerio de Defensa, porque pese a que hay muchas y bien preparadas mujeres con una larga trayectoria, el símbolo de la juventud, que tanto pasa ahora de la cuestión de Igualdad, pese a sufrir la discriminación, es importante; como sigue siendo importante la paridad, como en su momento lo fueron las cuotas, ya que su filosofía no era colocar floreros, sino potenciar talentos que por razón de sexo se marginaban. Las ministras arrastran las mismas capacidades y limitaciones, en cualquier función, que los ministros y el don de la maternidad tiene que ser un plús. No hay que exigirles menos pero tampoco que negarles más. Y
el ejemplo de este Gobierno, más allá de su signo, es, pese a quien pese y duela a quien duela, grande para la Democracia y la Justicia. Y todas las mujeres con ambas ideas bien arraigadas valoramos como se merece este gran símbolo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola, María Jesús! ¡Mucha suerte con tu blog! ¡Besos!

Maria Jesus dijo...

Gracias a ambas.Sois dos encantos.