Después de unas Navidades plenas en Madrid... volvió la diáspora. Retomamos todos el camino y la vida en distintos lugares.
Cuando volví a encontrarme en mi hogar quise llenar las ausencias para que me rodearan otra vez todos mis amores.Algunos objetos me ayudaron. Uno de ellos fue un cortaplumas de suave y finísima madera, con un pájaro rojo en un extremo y una inscripción manuscrita con rotulador que rezaba así: OAXACA septiembre de 2012.
Sé de dónde vino y que perteneció a uno de mis amores. Ahora es mío, y me encanta acariciarme la cara con él: me llena de energía. También me inspiró un poema sobre aquellos objetos amados que me rodean y llenan mis vacíos.
Ourense, 10, 2, 2015
Cuanto has tocado, amor,
conserva rastros tuyos.
¡No importa lo que sea!
Un pañuelo, un libro, una carpeta
o un cortaplumas de madera.
Cuanto has tocado, amor,
está impregnado de tu esencia,
y al rozarlo mi rostro compungido
se transforma en pañuelo de seda,
en collar labrado de oro fino.
Cuanto has tocado, amor,
¡No importa lo que sea!
guarda un tesoro de cariño
y al tocarlo, mi rostro
se transforma en gotas de rocío,
en agua de rosas perfumada,
en suave toalla de lino,
en manos aladas que se acercan
desde allende los mares donde habitas
a ofrecerme caricias.
Cuanto has tocado, amor,
¡No importa lo que sea!
contiene un mundo de susurros,
un álbum de cómplices miradas
grabadas en páginas del alma.
Cuanto has tocado y me rodea ¡Amor!
te hace presente en mis mañanas,
en las horas deslumbrantes de sol
y en muchas tardes solitarias.
Cuanto has tocado, amor,
te acerca venciendo la distancia.
2 comentarios:
Está hermoso lo que ha escrito, realmente le ha salido del corazón. Gracias por compartirlo...
Muchas gracias. y más porque me son desconocidads
Publicar un comentario